El manto es un envoltorio.
Gomoso, elástico, como esas microtelas de film poliéster que se usan para guardar comidas en el freezer.
El pacto en realidad son muchos pactos: matrimonios que conviven sin amor, traiciones de mayor o menor calibre, frustraciones, complicidades. Como un tejido molecular, la suma de los pactos conforman una red, un grupo social.
La mismísima patria.
El plástico los envuelve como si fueran sanguches de miga y terminan siendo un pegote como si fueran uno solo.
El jamón se funde con el pan y con el queso.
M.L.

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